Las ondas de choque son una terapia que consiste en la aplicación de ondas sonoras de alta velocidad que inducen daños celulares y tisulares llegando a producir una rotura en el tejido con el objetivo de crear una respuesta inflamatoria activando la microcirculación para producir la reparación y reconstrucción de los tejidos dañados, es decir un recambio biológico de forma natural.
Sus principales ventajas son el rápido alivio del dolor y restauración de la movilidad. Esto, aunado a ser una terapia no quirúrgica, sin necesidad de analgésicos, lo convierte en una terapia ideal para acelerar la recuperación de multitud de lesiones.
Tal aceleración de la curación se debe a la reagudización y reactivación de la célula provocadas por los estímulos mecánicos de las ondas de choque, lo que puede revertir un proceso crónico gracias a que las células recuperan su funcionalidad.