El avance en el estudio de nuevas técnicas que permiten tratar todas esas enfermedades que siguen causándonos problemas e inconvenientes en nuestra salud, así como la evolución en paralelo de la tecnología para hacerlo posible, nos ha permitido poder incluir en nuestra nueva propuesta una terapia especializada con grandes pronósticos como tratamiento terapéutico contra dolencias como la fibromialgia y el dolor crónico.
Hablamos, en esta publicación en nuestro blog, de la tDCS (en inglés transcranial Current Stimulation) y de su incorporación a nuestro centro Áureum Fisioterapia como potencial beneficioso para la rehabilitación de todas aquellas personas que lo necesitan.
Qué es la tDCS
Como decíamos, la tDCS son las siglas en inglés de la terapia conocida como “transcranial Current Stimulation”. Ésta es una técnica de neuromodulación que consiste en la aplicación de una corriente, a baja intensidad, en determinadas zonas del cuero cabelludo para estimular y producir cambios en las neuronas que se encuentran justo debajo; cambios en el potencial eléctrico de reposo de esa zona de la corteza cerebral.
El potencial terapéutico de esta técnica, sin riesgos, radica en el aumento de la neuroplasticidad de las zonas estimuladas de forma repetida (en un electrodo -ánodo- las neuronas se activan más fácilmente y en el otro electrodo -cátodo-, necesitan más potencial para activarse). De esta manera, las neuronas obtienen una mayor facilidad para modificar sus interconexiones, lo cual origina grandes beneficios en múltiples funciones de nuestro organismo: memoria, estado de ánimo, control del dolor, etc.
Además, la tDCS es un tratamiento que potencia la eficacia de otros tratamientos farmacológicos, permitiendo no ser un sustituto de éstos, pero sí reducir la dosis de los mismos. Está siendo todo un descubrimiento, fundamentado en estudios y pruebas científica, que garantizan su enorme potencial en programas de rehabilitación neurológica, mejorando y acelerando la recuperación clínica.
Aplicación
Como terapia muy novedosa, por el momento, la aplicación de la tDCS abarca un campo reducido de patologías. En dolencias como la fibromialgia o el dolor crónico, cuya solución a día de hoy es verdaderamente compleja o inexistente con los medios que disponemos por el momento, ha devenido realmente efectiva. También, como decíamos, se está convirtiendo en un gran estímulo al combinarla con la rehabilitación tradicional. Su aportación a la metodología clásica ha demostrado grandes progresos y sus resultados, en la rehabilitación cognitiva o motora y cognitiva, tan necesaria después de sufrir, por ejemplo, un ictus; son, sencillamente, esperanzadores.
La tDCS produce de manera inmediata el cambio en el potencial eléctrico de las neuronas que están debajo de cada electrodo que la conforman (el electrodo que aumenta el potencial -ánodo- y el que lo disminuye -cátodo). Esto causa, como decíamos, que, por ciertos mecanismos, por un lado, aumente la neuroplasticidad y por otro se genere un efecto neuromodulador.
Este tratamiento alcanza su mayor efectividad tras realizarlo de forma continuada, hablamos de un mínimo de unas diez sesiones (de una hora) aproximadamente, que pueden verse ampliadas según cada caso concreto. Por lo tanto, su aplicación repetida y con regularidad, tiene efecto real en la neuroplasticidad cerebral, lo que provoca la adaptación y mejoría clínica en multitud de patologías neurológicas y mejora, en gran medida, la calidad de vida del paciente.
En trastornos asociados a degeneración neuronal, el efecto de la tDCS ralentiza los procesos de deterioro, siendo un tratamiento que aumenta considerablemente el efecto de la neurorrehabilitación tradicional.