Es una de las terapias que podéis encontrar en nuestro centro, Aureum Fisioterapia, entre las muchas que ofrecemos y ponemos a disposición de nuestros pacientes, siempre que así lo precisen. Seguro que, en otras ocasiones, habréis oído hablar de ella, pero por si no fuera el caso, hoy en esta nueva entrada en nuestro blog, queremos repasar con vosotros qué es la terapia miofascial y que ventajas ofrece, sobre todo, aplicada al mundo que nos concierne: el de la fisioterapia.
¿Qué es la terapia miofascial?
Para poder entender que función ejerce la terapia miofascial, primero, debemos conocer algunos de los elementos que son tratados por ésta. El principal es la fascia.
La fascia constituye una red tridimensional colagenosa, ininterrumpida e inervada, que envuelve músculos, huesos y articulaciones, protegiendo y manteniendo el cuerpo unido con una estabilidad funcional. Entre las principales funciones de la fascia se encuentran la de proteger estos tejidos de posibles impactos o lesiones, así como la de informar al sistema nervioso central de la posición, movimiento y el estado general del cuerpo.
En ocasiones se producen zonas de retracción fascial -o disfunciones miofasciales- que interrumpen esta armonía estructural (malos hábitos posturales, inmovilización prolongada local o global, traumatismos, nutrición inadecuada…). Cuando ello ocurre se producen molestias y dolores que deben ser liberados mediante la aplicación de esta terapia, permitiendo la mejora de rendimiento y resolviendo diversas patologías de forma completa.
Durante el proceso de la terapia, los cambios en el sistema fascial del cuerpo que permiten una efectiva recuperación de la función y el alivio del dolor que ocasiona, ocurren a raíz de diferentes mecanismos. Las técnicas de inducción de esta terapia miofascial se realizan bajo una estimulación mecánica del tejido conectivo, es decir, a través de la manipulación y aplicación de masajes específicos para alcanzar nuestro objetivo. Uno de los más importantes es el cambio en el comportamiento mecánico de las estructuras de colágeno, como hemos comentado antes, principal componente del sistema fascial del cuerpo. Las distintas estrategias mecánicas aplicadas en el proceso del tratamiento permiten cambiar la actitud estacionaria de estas estructuras colagenosas y reorientar el recorrido de las fibras de colágeno para que, de esta manera, mejore la calidad del movimiento.
La importancia de la fisioterapia en la terapia miofascial
Para recuperar esas funciones de las fascias y calmar los dolores que las restricciones provocan, es necesario confiar en un profesional que sepa aplicar esta terapia miofascial. El encargado de llevar a cabo el procedimiento es el fisioterapeuta, quien se ha preparado, a largo de su carrera, para detectar estas disfunciones y saber cómo proceder en su liberación, mediante las maniobras oportunas para la normalización de la tensión de las fascias. Cuando el fisioterapeuta actúa sobre las restricciones, trata de estimular la fascia con diferentes técnicas de distinta intensidad. De esta forma, se consigue aportar una información tanto al tejido como al sistema nervioso central.
El masaje manual, a partir de puntos de presión específicos, permite sentir la falta de elasticidad causada por la disfunción. Con ello, el fisioterapeuta va estirando la fascia, en la medida en que ésta se lo permite, y va cediendo bajo sus manos. Aunque pueda parecer que es dolorosa, la terapia miofascial resulta agradable e indolora, y el paciente -poco a poco- va sumiéndose en una relajación profunda.
Suele ser necesario llevar a cabo varias sesiones para la normalización del sistema fascial, pero los resultados nos han permitido afirmar que es una técnica excelente en relación con la eliminación del dolor y la mejora de la postura. No debemos olvidar, además, que un sistema fascial sano y equilibrado, con la capacidad del libre y completo estiramiento, asegura al cuerpo la posibilidad de un movimiento completo en su amplitud, sincronizado en sus movimientos, que se guiará hacia la búsqueda de la máxima eficacia funcional para proporcionarle el mínimo gasto de energía.
Beneficios y objetivos de la terapia miofascial
A continuación, os dejamos un pequeño listado con algunas de las ventajas más destacadas de la aplicación de la terapia miofascial:
- Movilizar las restricciones fasciales superficiales.
- Cambiar la “actitud estacionaria” de las estructuras colágenas.
- Facilitar la recuperación de las propiedades de deslizamiento de la matriz extracelular.
- Estimular la orientación fisiológica en la mecánica de fibroblastos.
- Evitar la formación de adherencias de tejido.
- Adquirir una circulación más eficiente de los anticuerpos en la matriz.
- Mejorar el suministro de sangre (liberación de histamina).
- Mejorar el suministro de sangre al sistema nervioso.
El objetivo final es la facilitación de una adaptación óptima a las demandas del entorno con mejor funcionalidad y un menor gasto energético. El resultado final del transcurso de la terapia deberá ser evaluado y valorado tanto por el terapeuta como por el paciente.
Si queréis recibir más información al respecto de la terapia miofascial y nuestro trabajo como fisioterapeutas y su aplicación en nuestro centro, poneros en contacto con nuestros profesionales.