Hacerse mayor y envejecer es un proceso natural por el que, tarde o temprano, todos vamos a pasar para poder llegar a nuestra etapa final: la madurez. A lo largo de toda una vida, se producen una serie de modificaciones físicas, psíquicas, funcionales y bioquímicas que nos conducen a la demostración de ese paso del tiempo en los seres vivos, que conllevan ciertas consecuencias. En nuestro caso, principalmente, nos interesan las relacionadas con cambios morfológicos que afectan al apropiado desarrollo de las actividades cotidianas.
No es lo mismo correr con veinte años que tratar de hacer lo propio a los setenta. Son muchos los aspectos que, en ese sentido, sufren el “castigo” del paso de los años y nos impiden equiparar las condiciones y resultados que se darían en la misma carrera, la misma persona, con cincuenta años de diferencia.
Pero, lo importante de todo ello, hoy, aquí; es que por mucho que las habilidades de nuestro cuerpo mengüen con el paso del tiempo, es IMPRESCINDIBLE seguir estando activos. Debe producirse un cambio de ritmos porque los propios del organismo, así lo hacen y reclaman, pero el ejercicio durante la etapa adulta tiene que seguir estando presente y deviniendo una parte fundamental de nuestro día a día. Con ello, lograremos que ese impacto sea menor y seguir sintiéndonos capaces de realizar muchas actividades, sin vernos entorpecidos por una mala gestión de nuestro movimiento.
La fisioterapia, en cierto modo, es una de las mejores herramientas disponibles, en la actualidad, que nos ayuda a alcanzar ese objetivo. Es una forma de no perder de vista el ejercitarnos y mantenernos activos. Gracias a los beneficios de ésta y a la aplicación de las distintas terapias y disciplinas que engloba, puede ser de mucha utilidad para que el proceso de envejecimiento no sea tan difícil. La terapia física que se incluye en ella, aplicada durante el envejecimiento, permite que la persona mayor mantenga, incluso, recupere su funcionalidad, independencia y vea mejorada, en general, su calidad de vida.
Fisioterapia para ejercitarnos en la madurez
Durante el proceso de envejecimiento, como decíamos, se producen múltiples cambios que influyen en diferentes áreas de nuestro organismo. En el plano que nos interesa, las físicas son las más destacables: cambios posturales, disminución de la movilidad general, disminución de la masa y fuerza muscular y aumento de la grasa corporal; alteración de las percepciones del equilibrio, balance y marcha; morbilidad asociada (término médico que se refiere a la coexistencia de dos o más enfermedades en un mismo individuo, generalmente relacionadas), etc.
En todo ello, la fisioterapia, con sus grandes beneficios, puede aportar facilidades y mejoras cuantitativas en la calidad de vida del individuo, si decide no perder de vista esta faceta. Como profesionales, solo podemos animar a toda persona, que no deje de lado el cuidado de este aspecto de su vida y que, siguiendo las apropiadas recomendaciones médicas (para realizar el esfuerzo preciso que su cuerpo necesita, no otro), siga ejercitándose durante su edad adulta.
Los beneficios que ésta puede aportar servirán para mejorar la calidad de vida y “disfrutar” del proceso de envejecimiento, de otro modo:
- Disminución del dolor articular (el ejercicio es un potente antiinflamatorio).
- Aumento de la fuerza y la resistencia muscular.
- Mejora de equilibrio, balance y marcha gracias al trabajo en corrección postural.
- Prevención de caídas y fracturas.
- Fortalecer el factor psicológico de sentirse realizado en el desempeño, de forma libre e individual, de actividades cotidianas.
- Mejora de las relaciones sociales.
- Potenciar la calidad del sueño.
- Reducción de los efectos secundarios de patologías y enfermedades que se pueden desarrollar en esta época.
La realización constante -y controlada- de ejercicio físico y terapéutico es primordial. Durante la edad adulta, además de los ya conocidos beneficios, permite una mejora generalizada de la calidad de vida, una característica que no podemos dejar de desear a nuestros pacientes para que disfruten, también, de esa bonita etapa de su vida, en las mayores y mejores facultades posibles.
Si queréis más información sobre el trabajo que realizamos en este aspecto, no dudéis en poneros en contacto con nuestro centro.