Se da la circunstancia que, cada vez, es más común encontrar a personas con problemas de este tipo. La falta de una educación alimentaria correcta, ya en el colegio, y el ritmo de vida frenético que llevamos, nos excusa de valernos a la hora de comer mal. El mayor problema que entraña engordar y poder ser una persona con sobrepeso, incluso obesa, no son simplemente los kilos de más; son todas las dificultades que ello comporta a nuestro organismo.
Muchas personas acuden a la consulta de fisioterapia para tratar sus problemas de peso. Un servicio que en Aureum Fisioterapia ofrecemos con excelencia, mediante nuestros programas personalizados, a través de los que propiciar -de nuevo- el cambio de hábitos hacia una vida más saludable y activa.
Entre los problemas que suscita la obesidad se encuentran los dolores musculares y articulares. Algo que empeora cuando se quiere comenzar una dieta y un patrón de actividad física sin las recomendaciones oportunas. Es por eso, precisamente, por lo que los fisioterapeutas tenemos un papel muy importante a la hora de ayudar a los pacientes que se encuentran en esta situación y quieren mejorarla. Y hoy, para que conozcáis un poco más acerca de esta labor, destinamos nuestro artículo a hablar de ello y os recordamos que, si creéis que necesitáis perder peso y recuperar la actividad deportiva para sentiros mejor, no dudéis en contactar con nuestros profesionales y dejaros asesorar por ellos.
Cómo afecta la obesidad a nuestro cuerpo
Es importante recordar, como decíamos, que la obesidad es un síndrome metabólico grave, que supone el quinto factor principal de riesgo de muerte en el mundo y un estado de salud que predispone a padecer muchas otras enfermedades metabólicas, también, graves. Hablamos de patologías como complicaciones cardiovasculares, diabetes tipo 2, apnea del sueño, ictus, osteoartritis, algunas formas de cáncer, etc.
Más allá de estas afectaciones -que deben ser consideradas en todo momento- como fisioterapeutas, nos gusta resaltar los inconvenientes físicos que promueve la obesidad. Hablábamos de, por ejemplo, la mayor posibilidad de sufrir dolores crónicos musculares y articulares. Articulaciones, especialmente, del tren inferior del cuerpo: vértebras lumbares, pelvis, caderas, rodillas, tobillos…, ya que sobre ellas recae la amortiguación del peso. Un peso que es mucho mayor a lo que, a veces, puede y debe soportar nuestro organismo, y que, por lo tanto, pueden llegar a deformarse por tener que soportar esa fuerza extra.
Lo más importante de todo, es entender que esta situación es reversible y podemos tratar el sobrepeso y la obesidad para alejarnos de todos esos riesgos y peligros que entrañan para nuestra salud. Simplemente hay que esforzarse en recuperar unos hábitos alimenticios que incluyan una dieta sana y equilibrada, además de ser activos y hacer ejercicio físico de manera regular. Todo ello, contando con la ayuda de los expertos en cuestión que nos guíen y asesoren para hacerlo como es debido y no incurrir en otras complicaciones.
Consejos para empezar a hacer deporte
Cuando una persona sufre sobrepeso y/o obesidad, y tiene ese alto índice de masa corporal, si quiere empezar a estar en forma, no puede hacerlo con ejercicios de alto impacto. Esto es una premisa básica para no dañar las articulaciones. Ciertamente, son precisamente este tipo de ejercicios los idóneos para promover el gasto calórico que la persona necesita para bajar de peso de forma “rápida”, pero también se convierten en los causantes de aumentar el riesgo a la hora de producirnos lesiones osteoarticulares y musculotendinosas.
Quizás se haga difícil pensar qué ejercicios podemos realizar si catalogamos dentro de los de alto impacto saltar y correr, así como todas las actividades y deportes que incluyan estas prácticas. Pero debemos focalizarnos en empezar con ejercicios de bajo impacto para evitar que nuestras articulaciones sufran una fuerza de compresión extrema que las dañe. Los más comunes son caminar, montar en bicicleta, elíptica, natación, remo, esquí o pilates. Todas ellas promueven un gasto calórico óptimo el cual, combinado con la dieta, dará sus frutos y, lo más importante en nuestro terreno: cuidan de nuestras articulaciones y alejan la probabilidad de sufrir lesiones de gravedad.
La figura del fisioterapeuta en programas de pérdida de peso
En consulta, los fisioterapeutas podemos ayudar en muchos sentidos cuando una persona con estos problemas quiere empezar a bajar de peso y volver a hacer deporte. Una vez más, os recordamos que en nuestra clínica podéis preguntar por ello a nuestros especialistas y dejaros aconsejar por sus recomendaciones.
En el plano físico, revisaremos el estado de las articulaciones para ver cómo se mueven y determinar como proceder para “desbloquear” las que sean precisas. Ello, bajo un programa de entrenamiento personal adaptado a cada paciente y situación. Además, trabajaremos en la reeducación posicional para evitar que el ejercicio produzca lesiones. También, valoramos el estado muscular general del paciente. De esta manera, podemos saber qué grupos musculares necesitan más trabajo. Del mismo modo, también enseñaremos estiramientos específicos, con técnicas suaves y poco dolorosas, para poder relajar los músculos y evitar que se sobrecarguen. Siempre habrá que comenzar a hacer ejercicio físico de forma progresiva.
Todo ello, bajo la supervisión de un coaching nutricional mediante pautas con las que alcanzar tu objetivo y con un control periódico de las variables antropométricas (peso, perímetros corporales y composición corporal).